Este cuento infantil narra la historia de los tres hijos del Rey que lloraban desconsoladamente en los jardines de palacio porque los más eminentes médicos les habían confirmado que la enfermedad de su Padre no tenía curación. En ese preciso momento pasó un ancianito que les dijo que sigue el Rey bebía el Agua de la Vida podría curarse, pero era muy difícil de encontrar.
El hijo mayor pidió permiso su padre y se fue a buscar el Agua de la Vida. Mientras cabalgaba un enano salió el camino y le preguntó a dónde se dirigía pero el príncipe no se detuvo y casi atropella al enano por lo que éste le echó una maldición. El príncipe se metió por un desfiladero y llegó momento en que el caballo no podía ni avanzar ni retroceder. Había sido un joven orgulloso.
Pasado un tiempo el segundo hermano pidió permiso al Rey para buscar el Agua de la Vida y también partido, pensando que era una muy buena oportunidad para heredar la corona. De su viaje también se encontró con el enano pero el príncipe fue igual de grosero que su hermano y a cabo en un desfiladero también sin poder avanzar ni y retroceder.
El hermano pequeño pidió permiso al Rey como lo habían hecho sus hermanos mayores y en el camino también se encontró con el enano, pero el príncipe pequeño se detuvo y le explicó al enano donde iba como contestación a la pregunta que la había hecho. Elena no le indicó por donde debía de ir. Estuvo hablando un rato y al final le dijo que se encontraba el Agua de la Vida en una fuente de un castillo encantado. El enano le dio una vara de hierro y dos trozos de pan, la primera para que llamar a la puerta y los panes para que se los diera a los dos fieros leones con los que se encontraría. Únicamente le advirtió que a las doce debería de estar fuera del castillo o de lo contrario quedaría atrapado para siempre.
Todo se cumplió como él enano había dicho y además encontró en una sala del castillo a una hermosa joven muy agradecida porque su encantamiento desaparecería y le dijo que al cabo un año le esperaría allí mismos y él quería casarse con ella. La joven le indicó donde estaba la fuente. El príncipe le prometió que en un año volvería.
Siguió avanzando en joven y en una de las habitaciones encontró una cama y como estaba tan cansado se quedó dormido. Sólo faltaba un cuarto de hora para las doce cuando despertó o y corriendo fo coger el agua. Consiguió salir a las doce en punto, montó su caballo volvió el palacio real.
Camino de vuelta el joven se encontró de nuevo con el enano y le preguntó sí le podía ayudar a encontrar a sus hermanos. El enano de explicó lo que había pasado con ellos, pero en consideración al joven los dejó libres.
Los tres hermanos volvieron a palacio. El pequeño llevaba panes que iba repartiendo entre las gentes necesitadas y nunca se terminaban porque el enano así lo había dispuesto. A todos los enemigos vencía también porque llevaba una espada milagrosa encontrada en el castillo encantado.
Sus hermanos le tenían envidia y una noche cambiaron elAgua de su cantimplora por agua de mar.
Por fin, llegaron a palacio y el Rey bebió de la cantimplora del pequeño pero casi se muere porque era agua de mar y creyendo monarca que le tomó el pelo lo expulsó del reino.
Durante el año siguiente al palacio llegaban regalos de todo tipo, de todas las gentes al que el príncipe pequeño estaba ayudando.
Como los dos hermanos ya sabían dónde estaba el palacio encantado y la historia de la bella dama que había contado el príncipe pequeño, decidieron probar suerte y ver si de se podían casar con la hermosa joven. Fueron por separado y al ver el camino de oro que la joven había preparado no lo quisieron pisar el para no estropearlo, pero al llegar a la puerta los guardias los echaron porque la joven había dicho que se casaría con quien llegara por ese camino de oro.
Pero como había pasado un año, llegó el pequeño príncipe y ni siquiera se dio cuenta de que el suelo era de oro, así que llegó a la puerta del castillo encantado y los soldados le abrieron las puertas. Se celebró la boda entre los dos jóvenes y los coronaron reyes de aquellas tierras. Los esposos viajaron hasta el reino de donde era el príncipe para contarle al rey la verdadera historia del Agua de la Vida, que quiso castigar a sus hijos mayores pero llegó tarde porque ya habían huido otro reino. Los jóvenes se quedaron a vivir con el Rey, hasta que ellos llegaron a ser proclamados reyes.